Podcasts, radios, vídeosRecientemente el periodista Dante Cáceres me ha hecho una entrevista para el programa de divulgación científica “Luciérnagas”, que se puede encontrar, por ejemplo, aquí: www.ivoox.com/es-la-gravedad-quantizable-carlos-sabin-dft-uam-audios-mp3_rf_122735069_1.html El motivo principal de la charla fue comentar este artículo mío https://link.springer.com/article/10.1140/epjqt/s40507-023-00161-6, que apareció comentado en algunos medios de comunicación (https://www.lasexta.com/tecnologia-tecnoxplora/sinc/logran-simular-entrelazamiento-cuantico-gravitacional_2023121265784e79d670370001a5d6c2.html, https://www.agenciasinc.es/Noticias/Logran-simular-el-entrelazamiento-cuantico-gravitacional). A pesar del título de la entrevista, poco tengo yo que decir sobre si la gravedad es cuantizable (o incluso “quantizable”), ya que no es mi campo de investigación. Lo que hice en mi artículo fue una simulación con un ordenador cuántico (este sí es mi campo) de cómo sería un experimento (propuesto anteriormente por investigadores de UCL y Gottingen, entre otros) para demostrar el carácter cuántico de la gravedad. Pero, como siempre, si recordamos a Meg Ryan, sabemos que no es lo mismo simular que hacer. También me ha entrevistado recientemente el Dr. Jiménez Acosta, para su serie de entrevistas con científicos, donde hablé de temas más generales.
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Explicamos una propuesta de simulación de viaje en el tiempo.En uno de estos sitios digitales con que los modernos creen que pueden sustituir la lectura de periódicos, se publicó el 17 de octubre de 2023 un artículo con el siguiente titular "Realizan un viaje atrás en el tiempo usando partículas cuánticas para cambiar el pasado”. Llego a el “gracias” a una de esas amables sugerencias de noticias que se supone que estoy interesado en leer (¡cuanto más interesante sería un algoritmo que seleccionara aquello que se supone que no me va a gustar!). No debería alimentar al monstruo del “clickbait”, pero ¡ay! lo hago y clico. Me entero entonces de que la noticia se hace eco de un artículo científico en el que:
a) lógicamente, no se ha realizado ningún viaje en el tiempo. b) De hecho, no se ha realizado ningún experimento. c) De hecho, los autores califican a su propuesta de experimento de “gedanken”, es decir, uno de esos experimentos mentales que en realidad no se pueden hacer, o no son muy viables. d) Incluso si se llevara a cabo la propuesta de experimento, en ningún caso se estaría realizando un viaje en el tiempo, sino solo una simulación (lo cual ya sabemos que no es lo mismo, desde que nos lo enseñó Meg Ryan). e) La manera en la que se simularía el viaje en el tiempo (mediante teletransporte cuántico) es conocida desde 2005 (¡y hay experimentos realizados desde 2010!). Lo que proponen los autores ahora es una aplicación en el campo de la metrología cuántica. De todo esto, entonces, lo único que me parece interesante es contarles a ustedes, las dos o tres lectoras que todavía clican por aquí, algo que no había explicado hasta ahora: eso de que el teletransporte cuántico puede usarse para simular un viaje hacia atrás en el tiempo. El teletransporte cuántico lo he intentado explicar varias veces, por ejemplo aquí https://cuantoscompletos.weebly.com/blog/no-la-informacion-cuantica-no-viaja-mas-rapido-que-la-luz-ii. Asumiré en adelante que no necesito volver a explicarlo en términos “no técnicos", pero mis lectoras siempre pueden consultar el enlace anterior u otras entradas de este blog. En jerga técnica: supongamos que queremos transmitir el estado de un cúbit A a un cúbit B sin saber cuál es ese estado. Entonces consigo otro cúbit A’ y creo un estado con entrelazamiento cuántico máximo entre A’ y B. Después mido mis dos cubits A y A’ . Tras las medidas, el nuevo estado del cúbit B no es el estado original de A, pero siempre se puede relacionar con el si le mandamos por teléfono el resultado de las medidas a quien tenga el cúbit B. Dependiendo de ese resultado, siempre hay una operación que transforma el cúbit B al estado original del cúbit A, realizando el teletransporte. Ahora bien, como son medidas sobre dos cubits, hay cuatro posibilidades: 00, 01, 10 y 11. En cada uno de esos casos, igualmente probables, hay que hacer una transformación diferente para acabar el teletransporte. Y una cosa curiosa, que es la que nos interesa hoy, es que en uno de los casos, esa operación consiste en no hacer nada. Es decir, el 25% de las veces, el cúbit B ya está en el estado que queremos. Además, resulta que los cúbits A y A’ se quedan, en ese caso, en el estado máximamente entrelazado que originalmente tenían A’ y B. Resumamos y recordemos: al principio teníamos a A en un estado desconocido y a A’-B en un estado máximamente entrelazado, y ahora tenemos a B en ese mismo estado desconocido y a A-A’ en ese mismo estado máximamente entrelazado. Pues bien, a uno de los padres del protocolo de teletransporte cuántico (Charles Bennett) se le ocurrió pensar qué pasaría si en lugar de tener tres cubits como en el párrafo anterior, tuviéramos uno solo al que le da por viajar hacia atrás en el tiempo. Si el cúbit A, en un momento dado vuelve hacia atrás en el tiempo, digamos desde un instante t hasta un instante 0, durante el rato que va desde 0 hasta t tenemos dos copias del cúbit A. Imaginen que el DeLorean de Marty no tiene que moverse del sitio para acelerar hasta 88 millas por hora, sino que la máquina del tiempo se queda en el sitio en el que está. Entonces tendríamos a Marty dentro del DeLorean yendo hacia atrás en el tiempo, mientras hay otro Marty fuera del DeLorean, escapando de los libios, yendo hacia el Delorean etc. Bennett imaginó que el cúbit A’ era el cúbit A yendo hacia atrás en el tiempo (Marty dentro del DeLorean), de manera que las medidas se hacían en algún momento de ese rato entre 0 y t. Por último, imaginemos que cuando el cúbit A’ llega de vuelta al instante t=0, decide hacer algo distinto, y por tanto, ya no entra en el aparato de medida. Es decir, al llegar a t=0, Marty sale del DeLorean y se va corriendo en otra dirección. Por tanto, ahora, entre 0 y t, tenemos tres cubits (y tres Martys): Bennett imaginó que este último sería el cúbit B. ¿Cuál sería el estado final de estos tres cúbits, o sea de estas tres copias del cúbit A creadas por el viaje hacia atrás en el tiempo? Como el cúbit B es como el A en t=0 y después no entra en el aparato de medida, estará en el estado original del cúbit A. Mientras que el A y el A’ sí que entran al aparato de medida antes de t, de manera que acabarán en el estado máximamente entrelazado. O sea, ¡exactamente igual que en el caso del párrafo anterior! Es decir, que si el teletransporte fuera siempre como en el caso en que B no tiene que hacer ninguna operación al final, su resultado sería exactamente igual que el de un viaje hacia atrás en el tiempo. ¡Pero recordemos que eso solo sucede el 25% de las veces que intento hacer teletransporte! Esa es la diferencia con un viaje real en el tiempo: aunque yo fuera capaz de meter el 25% de los tiros que mete Luka Doncic, seguiría sin ser Luka Doncic. Ahora bien, en el campo de la información cuántica es bastante común usar un truco llamado “post-selección”, que consiste en hacer lo mismo que en las discusiones en redes sociales: usar solo los datos que nos convienen y descartar todo lo demás. En este caso, descartamos todas las medidas de A y A’ que no nos dan los resultados que queremos, y nos quedamos solo con los resultados que nos interesan. O sea, como si yo grabara en vídeo todos mis tiros, borrara mi exceso de fallos, e intentará convencer al entrenador de que soy Luka Doncic, enseñándole el vídeo editado. Evidentemente, el truco solo funciona si fingimos ignorar que la mayor parte de lo que ha sucedido en realidad ha sido descartado. Y en eso consiste la simulación de un viaje en el tiempo usando un teletransporte cuántico con post-selección: si miramos solo esa información los resultados serían indistinguibles del viaje en el tiempo descrito más arriba, lo cual puede ser útil dentro del marco de una simulación, pero no conviene olvidar que nos estamos olvidando de la mayor parte de la información. Bennett presentó esta idea en una conferencia en Viena en 2005 (de la que ya tengo la suerte de tener un pdf guardado, ver figura, donde el cúbit 2 es nuestro A, 1 es A’ y 3 es B; se incluye además una operación U que no representa nada en nuestro esquema, ya que sería una posible interacción adicional entre B y A, es decir, un clásico de la ciencia ficción:el viajero en el tiempo intentando cambiar su pasado), y en 2010 se hizo un experimento de teletransporte cuántico con post-selección para simular un viaje hacia atrás en el tiempo y la famosa “paradoja del abuelo” https://journals.aps.org/prl/abstract/10.1103/PhysRevLett.106.040403. Ettore Majorana y la última película de Víctor EriceViendo la maravillosa "Cerrar los ojos", no pude evitar pensar varias veces en Ettore Majorana. Imagino que todos los fans de Erice, tras la espera de 30 años, han ido tan rápido como yo a ver ya la película, y que por tanto no hago ningún "spoiler" si digo que trata de la desaparición de un actor, Julio Arenas (grande José Coronado) en medio del rodaje de una película en 1990. Como Majorana, Arenas desaparece sin dejar rastro. Como Majorana, no hay cadáver ni nota de suicidio. Como Majorana, el carácter del personaje permite especular con todas las hipótesis, incluida una desaparición voluntaria para alejarse del mundo. Como Majorana, en fin, mucha gente tiene sus teorías, y un programa televisivo ayuda a que el caso avance después de muchos años.
En la película, Arenas es encontrado finalmente en una residencia llevada por unas monjas, mientras que una de las hipótesis más célebres sobre Majorana (defendida por la familia y asumida por Sciascia en su novela "La desaparición de Majorana") es su posible reclusión en un monasterio. Crucialmente, Arenas ha perdido la memoria (no sabemos si en los acontecimientos que llevaron a su desaparición, nunca aclarados, o más tarde). Lo cual me llevó a plantearme una duda que me parece que nunca se ha considerado seriamente sobre Majorana (a mí, desde luego, no se me había ocurrido antes): ¿y si él también tenía amnesia? ¿Y si Ettore ya no sabía que era Majorana? Cuando conté su historia aquí hace años, di el caso por cerrado, asumiendo las conclusiones de la investigación de la Fiscalía de Roma: Majorana estaba en Venezuela en los años 50, bajo una nueva identidad, la de un tal señor Bini. Sin embargo, ¿hasta qué punto se puede demostrar científicamente que un señor en una foto es el mismo señor que el de una foto de veinte años antes? Además de la foto, parece que otra prueba que se manejó fue una carta del tío de Majorana (el también físico Quirino Majorana) dirigida a un tal W. G. Conklin en 1920 y encontrada en el coche del señor Bini. Como prueba, esta postal casi abre más preguntas que otra cosa, pero no me digan que no es sugerente hacer un paralelismo con la foto que llevaba consigo Julio Arenas en la película... En cualquier caso, poco sabemos de la línea que une a Majorana en 1938 con Bini en 1955. ¿Qué pasó en todos esos años? Profundizar en la investigación de la Fiscalía de Roma requeriría un conocimiento del italiano que no tengo. Por ejemplo, parece que hay un libro "La seconda vita di Majorana" escrito por tres periodistas italianos que se plantaron en Venezuela para documentar esos años de Bini-Majorana. Me gustaría leerlo y ver qué novedades aporta, y si estas son rigurosas y veraces. Me echa para atrás que no haya traducción al español o al inglés... Pero tal vez no haya otro remedio, si queremos saber no ya si Bini era Majorana, sino también si Bini sabía que era Majorana. Qué va, el misterio no es siempre superior a la solución del misterio.Este sábado 16 de septiembre de 2023 Antonio Muñoz Molina dedicaba su tribuna semanal en “El país” a una atinada defensa de la ciencia y el método científico, “De los ceniceros a la taroterapia”, escrita con su precisión habitual. Sería bueno tal vez que este periódico aplicara las ideas ahí expuestas al suplemento cultural “Babelia”, que justo el sábado anterior nos había infligido una página titulada “El mundo elusivo de las partículas”, escrita por Juan Arnau, con la excusa de una reseña sobre tres libros de física cuántica. Al tal Arnau ya lo hemos mencionado otras veces aquí. Es un filósofo autopercibido como experto en filosofías y lenguas orientales, y suele tener a bien usar el Babelia para sus diatribas contra el racionalismo, el método científico, la Ilustración y otros incordios, ya que él es más bien del misticismo, el misterio y tal. Como suele meter la palabreja “cuántica” en sus divagaciones, a partir de la extraña idea que tiene él de la física cuántica, no me sorprende que se sienta cualificado para reseñar tres libros, tres, sobre el asunto. Más raro es que nadie en el suplemento opine lo contrario. Como era de esperar, arranca con la “falacia racionalista” y en camino siempre ascendente no se sonroja al escribir “delirio ilustrado” (este sintagma se le viene a la cabeza ante la descabellada idea de que las leyes de la física sean las mismas en todas partes), enuncia un inexistente teorema de interconexión de Bell según el cual "todo está conectado con todo” (¿no será el teorema de Coelho?), reincide en las habituales metáforas falsas sobre el entrelazamiento cuántico: “las partículas no pueden, no saben, [¡?] llevar una existencia independiente. Si algún día estuvieron en contacto, la memoria de ese encuentro se conserva.” (si se refiere a unos cuantos microsegundos en condiciones especiales de laboratorio, puede que tenga razón), todo ello para hacer espacio a sus astracanadas (“Los fenómenos, como los dioses, son locales, pero la totalidad no lo es.”) y el estrambote final (“La percepción es la luz del mundo. Ella tiene luz propia. Lo demás, los objetos y los sujetos, luz reflejada”) basado en la idea completamente falsa de que el colapso de la función de onda está “suscitado por la percepción de un cuerpo vivo”. Pero lo más revelador no es nada de esto, sino este momento en que no sabemos si estamos leyendo un periódico serio o un meme de Twitter: “Borges lo advirtió: la solución al misterio es siempre inferior al misterio”. Lo que sí nos advirtió Eco es que no confundiéramos al autor de una novela con sus personajes, y aún se lo explicó mejor el inolvidable Fernán Gómez a Pablo Carbonell: Y es que la frase no es de Borges, sino que es una cosa que se le pasa por la cabeza a uno de los personajes del cuento "Abenjacán el Bojarí, muerto en su laberinto”, incluido en “El Aleph”. Aunque aquí más bien el problema sea citar de oídas, o de leídas por WhatsApp. Si el profesor Arnau hubiera leído de verdad esta historia, se daría cuenta de que difícilmente la puede citar como ayuda a la tesis que intenta exponer, sino más bien todo lo contrario. El cuento nos presenta a dos personajes: Dunraven es una especie de poeta que no escribe, o dicho mucho mejor por Borges "se sabía autor de una considerable epopeya que sus contemporáneos casi no podrían escandir y cuyo tema no le había sido aún revelado”, mientras que Unwin es un matemático más solvente que “había publicado un estudio sobre el teorema que Fermat no escribió al margen de una página de Diofanto”. Una noche en Cornwall, Dunraven cuenta con fascinación una supuesta historia en la que un fantasma habría cometido un asesinato en un laberinto. El asunto es para él completamente inexplicable. Unwin lo escucha con un creciente escepticismo y cansancio, y al terminar le dice inmediatamente que la cosa no es que sea inexplicable, sino que es mentira. La explicación de lo realmente sucedido tarda un poco más en llegar, pero Unwin la acaba encontrando igualmente y es entonces cuando:
"Dunraven, versado en obras policiales, pensó que la solución del misterio siempre es inferior al misterio. El misterio participa de lo sobrenatural y aun de lo divino; la solución, del juego de manos. Dijo, para aplazar lo inevitable:[...]” Lo inevitable es la solución del misterio que Dunraven comprende que Unwin ha encontrado. Así que Dunraven prefiere la mentira de una leyenda en la que ha creído mucho tiempo a la realidad, en la que no hay nada sobrenatural ni divino. Hay mucha gente así. Pero si la descripción de los personajes que he puesto más arriba aún dejara alguna duda sobre “de qué lado está” Borges, veamos como se ríe de la oratoria vacua de Dunraven mientras narra su historia: “Los períodos finales, agravados de pausas oratorias, querían ser elocuentes; Unwin adivinó que Dunraven los había emitido muchas veces, con idéntico aplomo y con idéntica ineficacia. Preguntó, para simular interés:[...]” Así que no, no parece que Borges creyera de verdad que el misterio es siempre superior a su solución. Citar sin ton ni son suele delatar al palabrero o al charlatán que necesita vestir sus propias ocurrencias de medio pelo atribuyéndoselas a la autoridad de otro. Si la cita es de Einstein, Borges o Churchill, la alarma salta inmediatamente: las redes sociales nos surten de un repertorio infinito de bobadas falsa o incorrectamente atribuidas a ellos, de manera que uno siempre podrá encontrar alguna que haga juego con sus prejuicios. Uno es perfectamente libre de creer en la superioridad de, digamos, Iker Jiménez (el misterio) sobre Sherlock Holmes (la solución), pero endosarle semejante cosa al pobre Borges está feo. No, el "coaching cuántico" no existe.María Lobo es "coach". El problema es que dice practicar "el coaching cuántico" o "quántico" (al parecer, se aplica aquí una misteriosa simetría "q-c". Por favor, no confundir con Quantico, Virginia, que bastante lioso es esto ya). No es la única, claro, pero parece ser una de las que más seguidores tiene. Aplicando la "doctrina Shaw" que tantas veces hemos explicado aquí, la cosa consiste en añadir la palabreja de marras a todo, y a correr. Por ejemplo, así:
"EL PARADIGMA QUÁNTICO POR MARÍA LOBOLa perspectiva, visión o paradigma quántico es la elevación y ampliación de todo nuestro espectro existencial: físico, mental, espiritual, social, laboral, emocional, sexual y sentimental para aflorar, visibilizar, aprovechar y descubrir todas nuestra qualidades o estados quálicos y sentidos o sensores visibles y ocultos, aumentando así nuestro potencial humano, nuestra vibración y pureza sensorial, enlazando y entrelazando la realidad, la identidad, la conciencia, la consciencia, llegando así a la alquimia de la Auto Referencia que lleva o carga un fluido vital propio: Ser – Humano integral. Es decir coordinar y sincronizar nuestras sensibilidades." ¿Está claro, no? Por si alguien se pregunta qué pinta la palabra "cuántico" aquí, la única justificación física (es un decir) que encontramos es la siguiente: "Gracias a la famosa ecuación de Einstein, sabemos que la materia es energía, pero nuestros sentidos físicos son limitados y no pueden captar el carácter energético de la materia. E=mc2" Por supuesto, ese 2 debería aparecer como superíndice, pero eso es lo de menos. La cosa tiene su gracia, ya que imagino que a estas alturas todo el mundo sabe (aunque solo sea por haber visto el "Oppenheimer" de Nolan) que Einstein nunca creyó en la teoría cuántica como una descripción fundamental de la naturaleza, y de hecho se convirtió en su principal opositor (el tiempo y los experimentos demostraron su error después de su muerte). Pero, además, no, esa ecuación de Einstein no dice que la materia "es" energía. La materia tiene una masa m, y por el hecho de tener una masa, tiene una cierta cantidad de energía, dada por esa fórmula. Eso no quiere decir que la materia sea energía y que, por tanto, no exista la materia como tal. Si estudiaron algo de Física en el Instituto, recordaran que en los capítulos más elementales (nada de Einstein ni de cuántica), ya nos contaron que si sujeto una pelota de baloncesto de masa m a una cierta altura h, la pelota tiene una energía potencial gravitatoria E= m g h (g es la aceleración de la gravedad cerca de la superficie terrestre). A nadie se le ocurrió entonces pensar que esa fórmula dice que la materia es energía. Si dejo caer la pelota la energía potencial gravitatoria disminuye al disminuir la altura, pero como la pelota se va acelerando por la gravedad (es decir, va ganando velocidad) esa pérdida de energía se compensa exactamente con una ganancia de energía cinética, de manera que al llegar al suelo, toda la energía es E = 1/2 m v2 (este 2 también es un superíndice, claro). Pero tampoco esa fórmula significa que la masa sea energía: la pelota sigue teniendo su masa y sigue siendo una pelota. El hecho de que c (la velocidad de la luz en el vacío) sea una constante muestra una suerte de equivalencia entre masa y energía, en el sentido de que, por el mero hecho de tener una masa m, la materia siempre tendrá energía (independientemente de su altura en un campo gravitatorio o su velocidad). Pero eso no convierte a la masa m en energía, sin más. De hecho, Einstein llegó a su célebre fórmula por el camino contrario: los fotones (partículas de luz) no tienen masa, pero se dio cuenta de que, por consideraciones de conservación de energía, deberían tener algo así como una masa equivalente a la cantidad de energía cinética que llevan. (Esto lo cuento con más detalle en mi libro "Física cuántica y relativista: más allá de nuestros sentidos"). Así que todo el fundamento del supuesto "coaching cuántico" se reduce a malinterpretar unos resultados que no tienen nada que ver con la física cuántica, ya que esa célebre fórmula se relaciona más bien con la teoría de la relatividad, y de hecho pertenecen a una persona que dedicó parte de su vida a intentar demostrar que la física cuántica no era una descripción completa de la naturaleza. No es extraño entonces que, en uno de sus últimos vídeos, Coach Lobo se tome la libertad de escribirle nada menos que una carta abierta al pobre Einstein: "Mi querido Albert Einstein, en honor y continuidad a tus grandes aportes y tu preciosa exposición del AMOR como fuerza Universal en la carta que escribiste a tu desconocida hija Lieserl…ahora sí sabemos cómo producir esta FUERZA…SÍ es posible identificarla y conocerla…yo no pude esperar a que la comunidad científica lo demostrara…durante muchos años desarrollé todo un Sistema que da explicación a algo tan inexplicable como es esa fuerza que tan bellamente describiste…EL AMOR….y a través de su entendimiento…cómo generarla y utilizarla con toda su potencia en este Mundo…como tú tan sabiamente ya apuntaste: ”ES IMPRESCINDIBLE UTILIZAR ESTA FUERZA, pues es la más poderosa que existe, porque no tiene límites. Tras el fracaso de la humanidad en el uso y control de las demás fuerzas del Universo que se han vuelto contra nosotros, ES URGENTE QUE NOS ALIMENTEMOS DE OTRA CLASE DE ENERGÍA, si queremos que nuestra especie sobreviva”" Se ve que a Einstein hay que hablarle con mayúsculas de vez en cuando, por si acaso. Pero un momento, ¿de verdad estamos seguros de que él escribiera estas simplezas a medio camino entre una clase de catequesis y las frases de los azucarillos Lútor? ¿No será una de esas patochadas que se le atribuyen sin ninguna base en los grupos de Whatsapp de padres de alumnos del curso de flauta travesera? Pues eso parece (sigan el enlace para ver las pruebas, por favor). ¿Qué pena, no? No, las máquinas llamadas Quantum no te dicen el "estado de tus órganos".En agosto hace mucho calor en Madrid, pero hay compensaciones. Por ejemplo, la cantidad de sandeces que publican los periódicos es aún mayor que el resto del año. Veamos, por ejemplo, "El Mundo" del día 15, con una entrevista a la periodista Sonsoles Ónega. En el titular se muestra muy preocupada por la degradación del discurso político, con lo cual procede a elevar el discurso con reflexiones de este alcance:
"También recurro de vez en cuando a la biomedicina y me hago un escáner con una máquina que se llama Quantum, que te dice en qué estado se encuentran tus órganos: hígado, corazón, riñones, que por cierto, tengo dos. Así me lo ha certificado la ecógrafa." No queda claro si le dice también el estado del cerebro, donde igual la máquina detectaría sonido de maracas o canto de grillos, a juzgar por comentarios como éste: "Un día Mar Flores trajo un jersey amarillo y se estropeó la mesa de sonido. Fue catastrófico. Y lo siento por los animalistas, que se enfadan mucho conmigo por esto: si veo un gato negro, aunque vaya conduciendo, tengo que detenerme y abrazar un árbol. Jamás pongo los zapatos en alto, han de estar en el suelo. No abro un paraguas en un lugar cerrado, esto es fundamental." Bien, acuérdense de estas cosas cuando la oigan dar una noticia o analizar la actualidad, pero sobre todo recuerden: no hay tal cosa como "biomedicina", ni "medicina cuántica" (la medicina de verdad no necesita adjetivos ni prefijos). Esas máquinas en las que coges un sensor con la mano y supuestamente te dicen cómo estás, porque han detectado no sé qué frecuencia, son un timo, o si lo prefieren un "biotimo", o una "estafa cuántica". Que se puedan vender estas cosas impunemente es algo que escapa a mi modesto entendimiento, pero si las ven por ahí, simplemente ignórenlas, aunque se lo diga alguien que salga en la tele. Los comentarios perdidos sobre el cierre de Investigación y Ciencia.El otro día decíamos que "un número sorprendente de personas usó los comentarios de mi entrada de blog ["Adiós"] para expresar sus sentimientos sobre el final de Investigación y Ciencia y para explicar lo que la revista había significado en su vida. Aquello fue emocionante. Todo esos comentarios se han perdido "como lágrimas en la lluvia". Pero la lluvia la puso Springer Nature."
Sin embargo, me he dado cuenta de que una copia de cada comentario se enviaba a mi correo electrónico, de manera que me he dedicado a recobrar el tiempo perdido, a buscar lágrimas en la lluvia como quien busca, a partir de la radiación de Hawking, reconstruir la información de la materia perdida en un agujero negro. Estos fueron algunos de los comentarios (omito aquellos que solo iban dirigidos a mí, para felicitarme o criticarme, porque lo que me interesa es que se vea lo que significaba IyC para mucha gente. Respeto la ortografía y la sintaxis original, con muchos errores, habituales en el formato de comentarios rápidos de blog). "Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Jhoann Canto con fecha 09/02/2023 20:16. Es realmente una lastima tanto trabajo y esfuerzo finalizado. Solo me resta agradecer vuestra dedicación todo este a difundir de excelente manera las distintas investigaciones Un afectuoso saludo Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de José Luis García Galindo con fecha 09/02/2023 20:18. Muchas gracias a ti y a todos...desde mis prineros años de curiosidad por la ciencia...por los años 90 ...ni me acuerdo...cuando mi hermano comenzó a comprar la revista, y yo comencé a ver con ella el otro lado de la ciencia ... crecí viendo el mundo diferente gracias a vosotros... Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Guillermo Guevara con fecha 09/02/2023 20:30. Muchas gracias doctor Sabín por todo lo que nos enseñó en sus escritos. Siento una profunda tristeza por la desaparición de Investigación y Ciencia. Fue mucho lo que aprendí en sus páginas. Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Gus con fecha 09/02/2023 21:19. Que mal plan cerrar I y C. Siempre leía sus artículos (de hecho en mi quehacer profesional me sirvieron mucho), algunos aunque fuera solo el resumen. Ni hablar. Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Julián con fecha 09/02/2023 21:46. Que mal. Jope, que mal. Adiós y muchas gracias por todo. Seréis insustituibles. Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Raúl con fecha 09/02/2023 21:48. ¿¿¿QUÉ??? ¡¡¡NO PUEDE SER!!! El bajonazo que tenemos ahora mismo tanto mi pareja como yo es antológico. No sería lo que soy sin esta revista. Dejar de editarla en papel me llevó a cancelar mi suscripción tras muchos años, pero esta decisión me parece terrible. Ojalá tenga vuelta atrás. No me puedo creer que existan cientos de chiringuitos subvencionados, pseudoculturetas vivedemamandurrias, aerolíneas ficticias rescatadas y no haya un hueco para la punta de lanza de la divulgación científica. Hoy muere un cachito (grande) de mí... Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Mayi RS con fecha 09/02/2023 21:55. No me lo puedo creer... fue suscriptora a Investigación y Ciencia de 1993 a 2009, y aún os seguía y compraba algún número en papel... tengo mi colección intacta y esta noticia me apena muchísimo. No tengo más palabras... Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Albert con fecha 09/02/2023 22:06. Explicaciones a los inútiles que están a la cima de SpringerNature (no sus trabajadores) y algunos lameculos que les dicen amén a todo y cuyo objetivo parece que sea hacerlo todo lo peor posible, porque una tabla de Excel parece que es quien manda en realidad. Es sin duda un escándalo la escabechina que se ha hecho en los últimos años al motivado y competente pequeño equipo que ha venido haciendo esta revista desde siempre. Simplemente vomitivo. Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Juan Carlos Heredero con fecha 09/02/2023 22:21. Una noticia realmente triste. Comencé a comprar la revista a finales de los 70 o primeros de los 80 y durante una década larga la compré regularmente (encuadernados están en la casa de mis padres ocupando mas de un metro de estantería) y aunque algunos de sus artículos no me interesaran, otros muchos no los entendía completamente, muchísimos de ellos me atrapaban: temas de espacio, tecnología, física, astronomía ... que a buen seguro tuvieron mucho peso en la elección de mi formación y trabajo, la ingeniería aeronáutica. Debo reconocer que posteriormente, solo compre números sueltos que me interesaban por algún motivo concreto, quizá por el hecho de comenzar a seguir publicaciones mas específicas a mis intereses. Lamentablemente las nuevas generaciones no tendrán este referente, siendo los suyos muchooooo mas banales ... una lástima, porque puede suceder que las sombras vuelvan a envolver al mundo. Os echaré de menos ... y muchisimas gracias por lo que me disteis ... ILUSION Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Ricard Solé con fecha 09/02/2023 22:56. Es un dia triste, muy triste. Recuerdo muy bien cuando mi hermano compró el primer número de la version española de la revista Scientific American. Desde entonces yo la compré y ha sido una guia científica de primera en toda mi carrera. Hoy empleo artíulos de Sci. Am. (No puedo los de Inv. y Ciencia pq no hay pdfs) para mis clases de bioingeniería (en dos asignaturas). ¿Realmente tenía que pasar? Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Esteban con fecha 09/02/2023 23:05. Los artículos de I&C apotaron mucho a la divulgación de la ciencia, y a la calidad de muchas de mis clases. Es una pena que se deje de publicar. 9 Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Cosme Flores con fecha 09/02/2023 23:10. Nooooooo ¿Por que? No interactuaba mucho por acá pero siempre los leía. Es una pena esta noticia. Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Antonio con fecha 10/02/2023 00:03. Si es que cierra, será una gran pena. Tengo todos los números desde el año 1976. Me gustaría saber qué pasará con los suscriptores que hemos abonado por adelantado dos años. Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de jorge con fecha 10/02/2023 01:04. Esto no debería pasar , una revista que me acompaña desde los 80 cuando empecé mi carrera hasta la actualidad. Una noticia que duele .Esperemos que sea un hasta luego .Gracias por tanta divulgación científica . Jorge desde Argentina Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Luis Miguel Arciniega Navarro con fecha 10/02/2023 01:54. Que noticia tan lamentablemente, años siguiendo las publicaciones de este medio, verdaderamente una gran pérdida Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de +Dámaso con fecha 10/02/2023 02:05. Una publicación imprescindible, según mi opinión, que me acompañó siempre. Ya cuando dejó de salir la versión impresa me asaltó el temor de esta noticia y este adiós. Agradecido por todo lo que aportaron al conocimiento. Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Elizabeth Martínez-Flores con fecha 10/02/2023 04:24. Es muy triste esta noticia, siempre disfrute esta revista, la extrañaré. Gracias por todo tu esfuerzo, seguramente pronto te leeremos en alguna otra parte. Hasta pronto Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Luis Ernesto Romera con fecha 10/02/2023 06:52. Que lástima, he seguido y comprado la revista desde principios de los años 90. Y ultimamente obtenía artículos pues ya había desaparecido de los kioskos. Este es un varapalo muy grande, malos tiempos para las publicaciones, la lectura seria y exacta pierde un valuarte. Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Tomás con fecha 10/02/2023 17:53. ¡Caramba! Nunca supuse que esto acabaría así. La empecé a leer desde que era muy joven, por allá en los 70. Habéis sido todo un referente en la divulgación científica. Os encontraremos a faltar. Yo, desde luego, os echaré en falta. Gracias por todo y os deseo lo mejor. -Tomàs- Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Jose María con fecha 10/02/2023 18:19. Yo soy suscriptor desde 1979, y es una noticia malísima, porque era probablemente la mejor revista que se publicaba en castellano en España. Gracias por todas vuestras colaboraciones que nos han hecho la vida mucho más rica. Esto se está convirtiendo en un erial, porque en Internet se publica de todo, y la mayor parte o es mentira o está tergiversado o es inútil. Esta era la fuente más fiable que yo tenía. Si al menos dejaran un foro, podríamos consolarnos entre todos los suscriptores e incluso recomendarnos fuentes fiables de información. Muchas gracias a todos los que enriquecisteis nuestras lecturas. Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Pep con fecha 10/02/2023 20:14. Que lástima. Una gran pérdida!! Primero desapareció, hace un montón de años, Mundo Científico (traducción de La Recherche, que por cierto, también ha desaparecido como revista mensual) y ahora Investigación y Ciencia. Reflejo del mundo de banalidades en que vivimos y de los negocios que si no dan más del 15%, cierran. Gracias por los esfuerzos. La revista, entre otras cosas, me sirvió mucho en mi época de docente en la UAB. Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Jose Antonio con fecha 10/02/2023 21:57. Verdaderamente lamentable noticia. Muy triste para mí por todo lo que he aprendido y lo que me ha dado profesionalmente la revista. El avance del desierto (también cultural) es inexorable. Y a ti Carlos, mi agradecimiento por tu empeño en desbrozar los "campos" de la cuántica a la que tanto apego tengo y de la que tanto me falta por conocer, aunque confío en que sigas desbrozando... Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Celeste con fecha 10/02/2023 22:25. Ea lamentable el cierre. Siendo la difusión científica tan necesaria, y la calidad de vuestros contenidos tan buenos. Atesoraré los pocos ejemplares en físico que pude comprar, porque llegaban a mi país a cuentagotas. Mis respetos Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Emilio Alegre con fecha 11/02/2023 00:21. Siento que se termine. Me parece buenísima, la leí durante años desde que era estudiante. Me mantenía al tanto de los principales avances de todas las ciencias. Especialmente interesante su seguimiento de los inicios de la vida. Enhorabuena por el trabajo realizado. Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Juan Diego con fecha 11/02/2023 00:45. Adiós, aunque espero que no para siempre. Solo nos falta que la divulgación científica desaparezca de estas tierras… He disfrutado, me he reído y hasta alguna vez me he molestado con la prepotencia de algún lector (sin caer en las contestaciones); per sobre todo he ido aprendiendo. Muchas gracias Carlos. Seguro que podré volver a leerte en otro lugar. Un abrazo. Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Lucía con fecha 11/02/2023 00:58. Una lástima, gracias a esta, vuestra revista, me entró la curiosidad por la Ciencia y decidí estudiar Biología. Es un día muy triste, con vuestra desaparición, también perdemos un hilo de esperanza que aún quedaba en la divulgación científica, tan necesaria para la humanidad... Gracias por todo este tiempo. Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Angel Eugenio con fecha 11/02/2023 08:17. Buenas, para mi ha sido un duro golpe recibir la noticia del cierre, llevo suscrito desde 1978 casi desde sus inicios en España. En aquella época era mi padre el que lo suscribía como titular aunque era yo quien la recibía y cuando falleció lo cambié a mi nombre. Ha sido la revista que me ha acompañado toda una vida y que según el momento leía más o menos. Es para mi una gran perdida y lamento que este tipo de divulgación científica tenga tan poco atractivo en la actualidad y sin apoyos económicos. Gracias por acompañarme todos estos años. Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Ana María con fecha 11/02/2023 14:03. Noooooo, no cierren el sitio! Es entretenido, interesante, informativo, y original. Nos harán mucha falta 😪 Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Mario Paolini con fecha 11/02/2023 14:40. No lo puedo creer. Tengo un nudo en el estómago. Hace más de 40 años que leo IyC. Era mi guía. Ahora me siento huérfano. Qué tristeza. Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Carlos Cavazos con fecha 11/02/2023 14:49. Aquí reportándose el lector número 5 desde México. Conozco la edición española desde los 90 cuando me perdía leyendo información aleatoria en la biblioteca de la Facultad de Biología. Triste saber que no sea rentable el consumo de información científica en el mundo hispanohablante. Los seguiré buscando, hasta pronto. CCC Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Juan con fecha 11/02/2023 16:35. Es increíble. Así, sin mas. De un día para otro desaparece esta publicación, que durante casi medio siglo ha sido el buque insignia de la cultura científica en lengua española. Y ni una reseña en las noticias, ni un titular en los medios de comunicación. Ninguna administración de las muchas ( demasiadas) que tenemos se lanza cal rescate, ni ninguna manifestación ruidosa se echa ceniza en el pelo y se rasga las vestiduras… ni una mala pancarta… nada. Dejamos que lo importante se vaya por el desagüe mientas seguimos armando mucho jaleo por los asuntos insubstanciales. Que pena… Así nos va. Cambiaré mi subscripcion a Scientific American y seguiré informado, pero en inglés, ¿podrá permitirse lo mismo todos los lectores de IyC. Un adiós cargado de nostalgia con regusto muy amargo. Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Marisa con fecha 11/02/2023 16:45. Es una noticia muy triste. No podía creérmelo cuando he recibido el correo anunciando el cierre y he pensado que se trataba de un fraude para conseguir mi número de cuenta. Pero es mucho peor: es cierto. Conocí Investigación y Ciencia con 15 años, cuando estudiaba BUP, gracias a mi profesora de Ciencias (Emilia). Me encantaba ir a la biblioteca a descubrir cada mes los nuevos avances de la ciencia. Hoy tengo 54 años, la leo cada mes (en soporte digital, he evolucionado) y este mes será el primero, desde hace más de 470 meses, en el que no podré hacerlo. Puede que, en términos empresariales, seamos pocos los lectores de IyC, pero somos fieles y con la inquietud de conocer algo nuevo cada día del universo (desde el rincón más lejano, al más cercano) en el que vivimos. Gracias al equipo que ha hecho posible que disfrute de la ciencia durante tantos años y gracias a mis compañeros lectores. Espero que unos y otros volvamos a encontrarnos en esta aventura, en otro espacio. ¡Hasta pronto a todos! Marisa Asensio Buenas tardes, Reconozco que cuando me llegó el email pidiendo mis datos bancarios pensé que se trataba de algún hacker tratando de estafarme que de alguna forma se había colado en el servidor de IyC adquiriendo nuestros datos personales. Pero no, parece que es cierto y no sé si es peor esto que lo primero... Llevo poco suscrito con ustedes pero desde niño recuerdo ir a la biblioteca municipal y leer los artículos de IyC de la parte de Matemáticas. En ese momento, no entendía casi nada y tampoco podía comprarme la revista porque me suponía mucho dinero para un libro. Con el paso del tiempo estudié Matemáticas y mi vida gira en torno a ellas de manera profesional. Ahora que entiendo un poco mejor los artículos y además los disfruto viene esta mala noticia. Que pena que no cuenten con un público numeroso que pueda sustentar la revista, que pena en lo que nos estamos convirtiendo como sociedad,... en fin, estoy muy triste. Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Miguel con fecha 12/02/2023 00:45. ¡Qué tristeza y qué enorme pérdida! Se va una revista que ha sido para muchos una parte importante de nuestras vidas. ¡Cuántas horas pasadas entre sus páginas! Muchas gracias a todos los que habéis hecho Investigación y Ciencia durante décadas. Dejáis un legado enorme de conocimiento y cultura. ¡Gracias! Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Jose Miguel con fecha 12/02/2023 23:45. Emocionado. Tengo 48 años, y he sido seguidor de la revista desde que tengo uso de razón y suscritor desde que me lo pude permitir. No hay palabras para agradecer todo lo que me he enriquecido con los artículos y secciones como la tuya. Es muy triste que esta revista emblemática tenga que echar el cierre. Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Esteban con fecha 13/02/2023 11:38. Llevo suscrito desde los 17 años hace ya más de 20 y leyéndolo desde antes. Ya sentí que cuando desapareció la edición en papel sería el fin. Una pérdida importante para la ciencia y la cultura científica española. Supongo que sálvame tiene más que aportar . Una verdadera pena! Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Pilar con fecha 13/02/2023 17:38. Muchas gracias por todos estos años, mi suscripción a la revista empezó en 1979. Es una pena que no se subvencionen las revistas científicas como se hace con la cultura taurina. Os vamos a echar mucho de menos. Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de Wilson Duarte con fecha 14/02/2023 05:11. Gracias por la dedicación, el amor y la entrega en tan noble labor. Soy docente de matemáticas, pero me interesan las noticias y los temas de carácter científico. Alguna vez tuve la suscripción a la revista, de las cuales conservo algunos números. Lamento saber esa noticia, es una pena que no continúe. Con aprecio, un abrazo. Tu artículo Adiós ha recibido el siguiente comentario de German con fecha 16/02/2023 17:18. muchas gracias, ha sido algo triste, una excelente revista desaparece, si un país con tantos habitantes no es capaz de sostener a la mejor revista de ciencia...." Todo lo que usted siempre quiso saber sobre el final de IyC y nunca se atrevió a preguntar. El 24 de enero de 2023 a las 14:17 recibí este insospechado correo electrónico de la directora de "Investigación y Ciencia":
"Asunto: Noticia muy triste... Apreciado Carlos, Lamento mucho comunicarte que el grupo Springer Nature (actual propietario de Prensa Científica), ha decidido cesar repentinamente la publicación de Investigación y Ciencia y Mente y Cerebro. Aducen motivos económicos y estratégicos. Rematan así uno de los mejores proyectos de divulgación científica que ha habido en el mundo hispanohablante. Con ello, desaparecerá también la web y, por tanto, la plataforma SciLogs, que dejará de ser pública el próximo 1 de febrero. Muchísimas gracias por tu [...]" Contesté mostrando mi consternación y ofreciendo mi ayuda, y en un nuevo y breve correo se me pidió que no divulgara nada, ya que la decisión no era pública todavía. Quedé entonces a la espera de que Springer Nature emitiera algún comunicado, o hiciera pública la noticia de alguna manera, para poder despedirme de los lectores. Sin embargo, ese comunicado no llegó nunca. De Springer Nature nunca supimos nada, y la única información adicional que recibimos volvió a llegar de parte de la directora, el 27 de enero de 2023, a las 12:51: "Asunto: SciLogs (últimas informaciones) Apreciadas/os miembros de SciLogs, Estas son las últimas informaciones que nos han llegado:
Gracias por vuestra comprensión. Se despide cordialmente [...]" La hipótesis de que Springer Nature fuera capaz de hacer desaparecer la revista y toda la web no ya sin despedirse, sino sin hacer ningún comentario, me parecía descabellada, pero con el paso de los días se fue haciendo más y más probable. Por las redes circulaban rumores. Lo de la copia de seguridad y la recuperación de mis artículos no me daba mucha confianza, así que en los primeros días de febrero, mientras aún estaba abierto el acceso a la plataforma, me dediqué a descargar todos los archivos fuente de mis entradas, lo cual después me ha permitido resucitar este cuaderno de bitácora aquí. El 9 de febrero no me quedó más remedio que admitir la posibilidad de que efectivamente la web desapareciera sin más "not with a bang, but a whimper", así que decidí despedirme yo mismo de mis dos o tres lectoras, en una nota que redacté apresuradamente y llamé, derrochando imaginación, "Adiós": "Hemos sido informados de la pésima noticia del final de Investigación y Ciencia en cualquier formato, incluida la plataforma SciLogs. Así que, si lo he entendido bien, solo podrán leer esta despedida durante unas horas, ya que mañana, 10 de febrero de 2023, este sitio web ya no será accesible. (Esto es casi como en "Misión: imposible": este mensaje se autodestruirá al terminar de leerlo). Empecé a escribir este cuaderno de bitácora en julio de 2015, a propuesta del gran Ernesto Lozano Tellechea. Hasta entonces apenas me dedicaba a la divulgación científica, más allá de algunas colaboraciones puntuales con la revista para explicar mi trabajo. Ha sido este blog, y la comunicación con vosotros, queridos lectores, lo que ha hecho que en estos ocho años haya ido creciendo mi interés en la comunicación científica, así como mi convencimiento de su necesidad, sobre todo en el caso de la física cuántica. Es triste que todo ese esfuerzo vaya a desaparecer de golpe, pero qué demonios: hicimos un Diccionario, fundamos un Observatorio, convocamos el primer premio Conde de Negroni, y quedó, naturalmente, desierto... Tantas cosas. Lo pasamos muy bien, incluso cuando recibí insultos y amenazas de demanda. A veces me he referido irónicamente a mis lectores como "las dos o tres lectoras que todavían me soportan" y cosas así (chascarrillo que le copié a un famoso columnista). Obviamente, ya sé que sois al menos cuatro, y que es posible que haya algún hombre entre vosotros. Gracias por haber llegado hasta aquí. Me gustaría mantener el contacto con vosotros y poder seguir publicando en algún sitio las cosas que publicaba aquí, pero ahora mismo no sé dónde podría ser. Un abrazo y hasta siempre." (Esta entrada ni me dio tiempo a guardarla, pero he recuperado el texto gracias a que Ernesto subió unos pantallazos a Twitter). El día 10 no pasó nada, pero solo unos días después, no recuerdo exactamente cuál, se produjo ese final de "Misión: imposible". Entre medias, sucedieron cosas interesantes. Por un lado, en ausencia de algo más sólido, mi humilde despedida se convirtió en una especie de comunicado oficial del cierre de la web, con lo cual algunos internautas me pedían responsabilidades y explicaciones. Por otro lado, un número sorprendente de personas usó los comentarios de mi entrada de blog para expresar sus sentimientos sobre el final de Investigación y Ciencia y para explicar lo que la revista había significado en su vida. Aquello fue emocionante. Todo esos comentarios se han perdido "como lágrimas en la lluvia". Pero la lluvia la puso Springer Nature. Finalmente llegó este extraño comunicado, lo único que se puede leer ahora mismo si intentas acceder a cualquier noticia o artículo de Investigación y Ciencia. Empieza así: "Estimados lectores y suscriptores, les informamos de que las actividades editoriales de Investigación y Ciencia cesarán a partir del 31/01/2023. La decisión, muy dura para nosotros, se ha tomado ante el empeoramiento de las condiciones económicas." [...] Muy bien, pero ¿quiénes son "nosotros"? ¿Quiénes "les informamos"? El comunicado no lleva firma, así que nadie asume la responsabilidad. Peor aún, la ambigüedad hace que el lector pueda pensar que la nota está escrita por el equipo editorial de la revista, es decir, no por los responsables de la decisión, sino por sus primeras víctimas. Y así partió definitivamente el avión de Investigación y Ciencia, con Ilsa dentro. "Reacción" rápida para el Science Media Center sobre el artículo de Nature publicado el 25/05/22. Originalmente publicado en el SMC, algunos extractos publicados en periódicos.En una red de comunicaciones cuánticas la información podría transmitirse usando un fenómeno llamado “teletransporte” cuántico, según el cual el estado de un bit cuántico (cúbit) puede transportarse a otro sin necesidad de ser conocido en ningún momento, lo cual no es posible fuera de la física cuántica.
Para poder hacer teletransporte es preciso que existan correlaciones muy fuertes entre las partes (el famoso entrelazamiento cuántico, que está detrás de todas las modernas tecnologías cuánticas). Pero el entrelazamiento cuántico es difícil de conseguir y muy frágil. Idealmente, en una red querríamos transmitir información entre cualquier par de nodos, por muy alejados que estén. Pero ¿cómo conseguir entrelazamiento entre nodos muy alejados si cada nodo solo interacciona con los nodos que tiene más cerca? Para ello hay que usar el fenómeno del “intercambio de entrelazamiento”, que es igual que el teletransporte, pero ahora lo que se transporta es precisamente un estado entrelazado de dos cubits. De esta manera, si entrelazamos un nodo A con un nodo B y también al nodo B con un tercer nodo C, el “intercambio de entrelazamiento” hace que se entrelacen A y C, a pesar de que nunca han interaccionado entre sí. Y, en principio, así podríamos seguir con cualquier número de nodos. El problema experimental es que el entrelazamiento cuántico es muy frágil, y es muy difícil realizar este proceso sin que se pierda información. Tanto el teletransporte como el “intercambio” son conocidos teóricamente desde los años 90 y han sido realizados experimentalmente en diversos sistemas cuánticos. Pero en el caso concreto de sistemas que puedan formar una red de comunicaciones cuánticas, solo se había conseguido el teletransporte entre dos nodos próximos de la red. Hasta ahora, en que un equipo experimental de la Universidad de Tecnología de Delft, en Holanda, ha conseguido realizar también el intercambio de entrelazamiento. Esto podría interpretarse como un primer paso (muy preliminar) hacia una red cuántica de comunicaciones. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la gran dificultad experimental hace que la calidad de la transmisión de información sea todavía muy baja. Esto se puede medir calculando la llamada “fidelidad” del estado transmitido, es decir, el parecido entre el estado final real del cúbit y el estado que queríamos transmitir. Idealmente, esa fidelidad debería ser del 100 %. Si está por encima del 66,6 % sabemos que el proceso es imposible sin usar física cuántica. En el experimento se consigue en promedio una fidelidad del 70 %, pero en algunos estados cae hasta el 65 %. Esto es suficiente para demostrar que el proceso es cuántico (al menos, en promedio), pero obviamente todavía muy lejos de cualquier posible aplicación tecnológica, ya que el estado que se obtiene es un 30 % distinto del original. Queda mucho trabajo por delante para mejorar esos porcentajes y poder extender el experimento a nodos más alejados en la red. "Reacción" rápida para el Science Media Center sobre el artículo de Nature publicado el 30/11/22. Originalmente publicado por el SMC, algunos extractos publicados en periódicos.No tenemos una teoría cuántica de la gravedad y hacer experimentos para comprobar las distintas alternativas (como la teoría de cuerdas) es muy difícil, por no decir imposible. De ahí que en los últimos años haya interés en ciertas relaciones teóricas llamadas dualidades, en las que se establece una relación de equivalencia entre teorías cuánticas de la gravedad en determinados modelos de universos, por un lado, y modelos cuánticos sin gravedad, que son bien conocidos y se pueden estudiar en el laboratorio, por otro. En este artículo de Nature los autores usan una de estas relaciones entre un agujero de gusano transitable en un cierto tipo de universo (por un lado) y una red de bits cuánticos (cúbits) por otro.
Los agujeros de gusano son muy apreciados en la ciencia ficción, porque son algo así como atajos en el espacio-tiempo que conectan dos puntos que, de otra manera, estarían muy alejados. No hemos visto ninguno en nuestro universo pero, en principio, la relatividad general permite su existencia. Hay buenos motivos para creer que una teoría cuántica de la gravedad debería descartar su existencia en nuestro universo pero, como decíamos, no tenemos esa teoría. Es importante entender que en este experimento no se ha creado ningún agujero de gusano. Estamos hablando de una analogía. Según el modelo teórico usado por los autores, el teletransporte cuántico de un cúbit en la red de cúbits del laboratorio es equivalente a que un cúbit atravesase un agujero de gusano en un cierto modelo de universo con gravedad, en el sentido de que algunas propiedades del cúbit en el laboratorio se pueden relacionar con las del cúbit del modelo que se simula. En otras palabras, es como si hubiera un diccionario que me traduce lo que le sucede al cúbit real al lenguaje de lo que le ocurriría al cúbit simulado o virtual. El experimento se ha relacionado en el ordenador cuántico de Google, Sicomoro, en el que hace unos años ya se afirmó haber alcanzado la llamada supremacía cuántica, es decir, cálculos imposibles de realizar por un ordenador clásico. En este caso, no se usan todas las posibilidades del ordenador, ya que se usan solo nueve cúbits. Los detalles de la analogía con el agujero de gusano hacen que haya que realizar un gran número de operaciones con los cúbits. En concreto, con nueve cúbits los autores han realizado 164 puertas cuánticas entre parejas de cúbits. Aumentar el número de cúbits aumentaría el número de puertas cuánticas y, como los ordenadores cuánticos actuales todavía tienen unas probabilidades de cometer errores relativamente altas, alcanzaríamos un número de puertas que haría que los resultados ya no fueran fiables. Como siempre que el número de cúbits es tan bajo, el experimento realizado se podría haber simulado también en un ordenador convencional. Sin embargo, los autores introducen técnicas que muestran cómo el experimento se podría extender de manera eficiente a un número más alto de cúbits, de manera que un experimento más allá de las capacidades de un ordenador convencional pudiera realizarse una vez que tengamos ordenadores cuánticos con probabilidades de error más bajas, lo cual se espera en los próximos años. En cualquier caso, este experimento muestra que, incluso con unos pocos cúbits y las probabilidades de error actuales, los ordenadores cuánticos ya pueden hacer cosas interesantes. |
AutorCarlos Sabín. Investigador Ramón y Cajal en el Departamento de Física Teórica de la Universidad Autónoma de Madrid. Desde 2015 hasta 2022 escribí el blog "Cuantos Completos" en la plataforma SciLogs de la revista "Investigación y Ciencia". Autor de "Verdades y mentiras de la física cuántica" amzn.to/3b4z1MO y "Física cuántica y relativista: más allá de nuestros sentidos" http://shorturl.at/bdLN0 Archivos
February 2024
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